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jueves, 3 de noviembre de 2011

TENDENCIAS MUNDIALES DE LOS AGRONEGOCIOS

    - La mayor complejidad de la relación del hombre con la naturaleza se traslada a una red cada vez más compleja de relaciones y el concepto de “agronegocios” muestra la importancia de la “agricultura” como motor del desarrollo sistémico de la economía, ya que implica una proceso permanente de innovación a partir de la “industrialización de la agricultura” y las nuevas formas entre los diversos actores.
    
- La “globalización” ha producido impactos en el "comercio internacional" a tal punto que han  surgido nuevos conceptos de mercadería en los debates internacionales, surgidas como consecuencia de las diferentes formas de producir entre los países dados los diferentes hábitos de consumo y una nueva forma de entender el circuito que comunica al productor con el consumidor final.

    - El mundo de los “agronegocios” está regido por “tendencias” de las que no se puede escapar:

    a) Una serie de “variables” que marcan su dinámica: la transformación muy significativa en el consumo de productos de la agricultura, el proceso de organización rápido y los ingresos que se distancian entre los que pueden y no pueden tenerlo.

    b) Una “mayor y más diversificada demanda” por productos de la agricultura, donde el mercado pide cosas más distintas y la rotación de productos es muy rápida.

    c) "Mayor preferencia por los alimentos funcionales”, es decir, de víveres listos para consumir; atracción por  la envoltura, el empaque, la publicidad, etc.

    d) Al “mercado global”, en cuanto macrotendencias,  le interesan: los productos diferenciados por  trazabilidad, denominaciones de origen, indicaciones geográficas protegidas, sellos de calidad, etiquetas ecológicas, agricultura orgánica, etc. e identifica nichos de mercado de dichas producciones.

    e) La “polarización entre la gente pobre y la que no lo es”, se ha convertido en uno de los ejes de la discusión sobre agronegocios a nivel mundial, en especial cuando se desatan las hambrunas.    Ante este tipo de crisis social, hay que producir para alimentar a este sector poblacional.

    f) Hay que producir con la obligación de que los alimentos que se les entregue  sean “nutritivos y sanos”, sin descuidar tampoco la calidad de los productos para el mercado interno.



    g) Las “transnacionales extranjeras” pueden asentarse en Latinoamérica, aprovechando los beneficios de la liberalización comercial y los Tratados de Libre Comercio (TLC).

    h) La principal “estrategia de estas empresas” es registrar “marcas” para marcar la presencia internacional.
     i) Uno de los principales “peligros” al que debe enfrentarse la industria alimenticia es la creación de “cadenas globales” que promueven el consumo masivo, bajan los precios a los empleados nacionales más que a los de sus propias nacionalidades y tienen influencia para transgredir normas ambientales.

    j) Los productores latinoamericanos deben esforzarse para la "creación de muchas más transnacionales sudamericanas" (Apuntes del experto Carlos POMAREDA. Carlos Pomareda hizo estos comentarios en la Conferencia “Perspectivas Globales en los AgroNegocios y sus Implicancias para el Perú”, celebrada miércoles 4 de agosto pasado en la sede de la Asociación de Agroexportadores (ADEX).  Advierten sobre las tendencias globales en agronegocios Agraria Pe. Agencia agraria, 2011. http://www.agraria.pe/noticias/advierten-sobre-las-tendencias-globales-en-agronegocios).

    k) Salvo excepciones Latinoamérica tiene un "modelo económico centrado en el potencial exportador".

- Con la “cadena de valor” se introducen:
a) “nuevos conceptos e iniciativas” que hablan del enfoque orientado al cliente, diferenciación, valor agregado, calidad, seguridad alimentaria, etc.

b) “herramientas y estrategias” destinadas a lograr dicho objetivo, tales, esquemas de certificación, de procesos o productos, trazabilidad, sistemas de gestión de calidad, sistemas de producción orgánica, buenas prácticas agrarias (BPA), etc.;

 c) “elementos e instrumentos” vinculados a la mejora de la calidad y agregado de valor cuya integración puede permitir que los productos puedan tomar una decisión informada.


- La “diferenciación” constituye una "estrategia competitiva genérica" por la cual una empresa busca generar y mantener una estrategia competitiva frente a otras. Es el acto de diseñar un conjunto de diferencias significativas, para distinguir una determinada oferta de la de sus competidores.

- El "proceso de diferenciación" debe ser demostrable a través de mediciones y registros llevados a cabo por una tercera parte independiente, con una sólida formación y trayectoria en el tema que permitirá garantizar la efectiva diferenciación del producto y por ende generar valor agregado representado por un mayor precio en comparación con un producto genérico.

- La comprobación a partir de una tercera empresa independiente garantizará la efectiva diferenciación de ese producto y por lo tanto tener la posibilidad de generar un valor agregado, representado por un mayor precio, en comparación con un producto genérico.

- A través de la "diferenciación una empresa":
1)  busca ser única en su sector junto con algunas dimensiones valoradas por los compradores.
2) Implica seleccionar uno o más atributos que los compradores perciben como importantes y se pone como exclusiva para satisfacer esas necesidades.

- Otra estrategia para lograr “competitividad” es el “liderazgo en costos” y la "diferenciación del producto" se logra a partir del "agregado de valor".

- Al Estado le cabe la tarea de colaborar en la incorporación de los atributos a los productos agropecuarios como forma de "diferenciación y valoración" de los mismos en concertación con el sector privado, pero lo más importante es que esto sea percibido por los consumidores (MAUD, Ana María. “Tendencias mundiales de la cadena de valor en los agronegocios”. II Seminario sobre Agronegocios. UNSE, Santiago del Estero, 20 de octubre de 2011).
- En los últimos decenios América Latina se ubica en un profundo proceso de rehabilitación del sistema capitalista inmerso en una crisis estructural que suma ya varias décadas.

- Esta rehabilitación involucra todos los niveles del ciclo económico, que se alteran en su esencia, y que conmocionan el conjunto del orden social, algunos de estos ámbitos son:
a) Los mecanismos que dominan la producción de bienes y servicios, y la reproducción misma del trabajador
b) los criterios que rigen la distribución del producto social
c) los circuitos financieros y comerciales -incluido el mercado de trabajo-
d) las pautas que rigen el consumo al “productivo y personal.

- En lo que se perfila como la nueva arquitectura de la "economía mundial", la "región latinoamericana" constituye una pieza clave, ya que en el objetivo de contrarrestar las tendencias críticas que se imponen en esta etapa del imperialismo ha sido preciso cambiar las reglas del juego, y reconsiderar los vínculos entre desarrollo y subdesarrollo.
- La síntesis de estos cambios ha sido una reformulación de los “proyectos nacionales”, comenzando por ajustar la forma y las competencias del Estado, así como sus esferas de gestión prioritarias.
- Las líneas del “modelo de crecimiento neoliberal” que se ha impulsado en la región Latinoamericana, se caracteriza por:
a) Producir para exportar porque exportar es el medio y la condición para crecer.
b) La responsabilidad de la producción y el crecimiento corre a cargo del sector privado, con la retracción, en contrapartida del sector público.
c) Ofrecer privilegios gubernamentales las ramas y agentes económicos eficientes, y el criterio para valorar la eficiencia es la “competitividad”.
d) Renovar las estructuras institucionales para liberar los mercados de bienes y capitales.
e) Apoyar el crecimiento -y la balanza de pagos- en flujos financieros provenientes del exterior.
f) Menospreciar la importancia del mercado interno y de los mecanismos sociales redistributivos del ingreso.
g) Sobre-estimar el equilibrio de las finanzas públicas, control de la inflación y restricción monetaria (ACOSTA REVELES, Irma Lorena. “Balance del modelo agroexportador en América Latina al comenzar el siglo XXI”.  Mundo agrario. versión On-line ISSN 1515-5994. Mundo agr. v.7 n.13 La Plata jul./dic. 2006. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1515-59942006000200001).

- En lo general, los “programas para la agricultura” que se inscriben en el marco de los “proyectos nacionales latinoamericanos”, llámense de “desarrollo rural integrado”, “reconversión productiva”, “modernización” o “desarrollo territorial rural”, remiten al predominante discurso de la globalización. Su empeño ha sido promover la proliferación, expansión y consolidación de las explotaciones agrícolas a gran escala, de alta rentabilidad o con expectativas prometedoras en ese sentido.
     

- Entre sus "estrategias" sobresalen:
a) facilitar el arribo de la inversión privada al sector

b) eliminar limites jurídicos en el mercado de tierras y

c) canalizar el apoyo gubernamental a las empresas productoras de bienes agropecuarios de consumo final altamente competitivos por su precio, calidad o características; también cuando se trate de unidades proveedoras de insumos agroindustriales.

- En este "modelo": una distribución más equitativa del ingreso y la reducción de la pobreza rural serían el efecto lógico de resultados macroeconómicos positivos, siempre que el entramado institucional permitiera una asignación eficiente de los recursos productivos, ofreciera garantías a su movilidad interna y promoviera el acceso a los mercados externos.

- El ramo "agrícola" (al lado de la industria liviana) se beneficiaría en especial, con crecientes flujos de capital y mayor empleo, por tratarse de una actividad a la que caracteriza el uso intensivo de trabajadores no calificados (STALLINGS, Bárbara. WELLER, Jürger. “El empleo en América Latina base fundamental de la política social”, in Revista de la CEPAL nº 75, México, 2001, p. 193).

- En este modelo, un "mercado de tierras dinámico" es parte medular en la estrategia para facilitar la eficiencia y crecimiento productivo, y un factor clave para incitar para la llegada de la inversión al campo (HERRERA, 1996, p 12, citado por ACOSTA REVELES, Irma Lorena. “Balance del modelo agroexportador en América Latina al comenzar el siglo XXI”… cit.).

- El éxito de la "empresa agrícola" dependería de la combinación y manejo óptimo de los factores productivos en economías de escala, sacando partido de las ventajas comparativas de la región y en particular del bajo costo de la mano de obra. En ese sentido, se preveía que las "políticas a favor de la flexibilidad laboral" tendrían incidencia directa en el ámbito de la empresa agrícola, al abaratar en el costo del factor trabajo y apuntalar la eficiencia; mientras contenían las presiones inflacionarias.

- En la propagación de estos "proyectos que exaltan la importancia de la agroexportación", pesaron factores adicionales al escenario crítico de esos años.
  Internamente, se destacan las "contradicciones" que en términos sociales, micro y macroeconómicos e incluso ambientales suscitó en la agricultura regional la modernización bajo la “revolución verde” centrada en el "monocultivo dependiente en alto grado en los insumos inorgánicos y la mecanización"; que se sumaba al agotamiento del patrón de crecimiento hacia adentro de posguerra manifiesto en crecientes desequilibrios financieros en la generalidad de los países de la zona.
- Desde el exterior, fueron decisivos el advenimiento de la “ingeniería genética” como paradigma tecnológico dominante en el rubro agropecuario; la “caída del precio de las materias primas y alimentos” en los ochenta, y el creciente “control corporativo de la producción agroalimentaria mundial”. Este último se hacía presente a través de instancias e instrumentos internacionales promotores de la producción agrícola al margen de subsidios y el comercio libre.

 - Al comenzar la década de los ochenta, las empresas agrícolas y agroindustriales de Estados Unidos (EU) ya ejercían una influencia definitiva en el mercado mundial de cereales, con respaldo de una agresiva política de subvenciones que venía de por lo menos una década atrás.

- Hacia 1986 la Ronda Uruguay del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) por sus siglas en inglés), fue observada por el gobierno de aquel país como la oportunidad para consolidar su posición en el mercado agroalimentario, y formalizar en su beneficio el acceso de sus productos hacia las regiones menos desarrolladas.
- También en ese año se instituyó el grupo Cairns, conducido por Canadá, Australia y Nueva Zelanda y con la participación de Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Uruguay. Dicho grupo representa hasta hoy día la posición más radical en materia de libre comercio agrícola al pronunciase por situar el mercado agropecuario en el mismo plano que el de los demás productos y despejar restricciones al tráfico a través de las fronteras. En consecuencia, propone mejorar el acceso a los mercados, eliminar subsidios a la producción y poner fin a aquellas políticas internas que en alguna medida sean proteccionistas o que impliquen subvenciones a la exportación.

- El grupo de países de Europa occidental “encabezado por Francia- figuraba también como potencia en el rubro agropecuario desde aquellos años.

- Luego de dos décadas de su conformación, el grupo Cairns mantiene su posición en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC, que suple al GATT desde 1995). Una posición que ha chocado con una firme negativa de la Unión Europea, Noruega, Suiza, Corea del Sur y Japón, para a abrir sus mercados y eliminar los apoyos a sus productores. Por su parte Estados Unidos ha permanecido inflexible en el tema de la eliminación de los subsidios internos. 

  - La resistencia de los tres protagonistas del mercado mundial de alimentos para ceder en sus posiciones y avanzar en el Acuerdo sobre Agricultura (ASA) ha derivado en la suspensión indefinida de las negociaciones de la Ronda de Doha.

- Un medio para avanzar en sus “objetivos estratégicos” consiste en iniciativas para !formalizar compromisos de alcance geográfico" menos ambicioso con la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe (FRITSCHER MUNDT, Magda. 2004. “El tema agrícola en las disputas multilaterales: fracasos de la OMC”, in DEL VALLE RIVERA, María del Carmen (coord.). El desarrollo agrícola y rural del tercer mundo en el contexto de la mundialización. México: IIES-UNAM / Plaza y Valdés, p. 112).

- Hasta el momento se han afianzado las relaciones comerciales en este rubro a favor de EU por lo que toca a México (vía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte), Centroamérica (mediante un acuerdo de libre comercio con seis de los países de la zona), y varias naciones del Caribe (Ley de Asociación Comercial Caribeña).

- Con los países andinos las negociaciones para un acuerdo de comercio libre también están avanzadas, y entretanto rige una especie de pre-tratado con el objetivo medular de erradicar el cultivo de coca y amapola, pero igualmente compromete también a la eliminación de impuestos a las importaciones norteamericanas. 

  - Por su parte los países del cono sur han estrechado nexos económicos con la Unión Europea (UE), particularmente aquellos que forman parte del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y sus estados asociados (Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú).

- Todavía sin formalizarse un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea, ésta constituye su principal socio comercial.

- El grupo Cairns, actualmente la mitad de sus miembros “nueve de un total de dieciocho- son países de la región latinoamericana y del Caribe.

- Sólo países como Chile, Brasil, Argentina o Colombia, por diferentes razones de índole natural e institucional, han tenido hasta ahora la capacidad de responder positivamente al reto de exportar más y mejor. Sus logros son efecto de severos ajustes a su patrón de cultivos, innovaciones tecnológicas, novedosos métodos de gestión empresarial, entre otras prácticas que, sin embargo, se pueden cuestionar severamente desde la dimensión social, ecológica y en términos de soberanía alimentaria. Ahí, como en otros polos agropecuarios muy dinámicos del subcontinente (como son los casos del noroeste mexicano, el resto de la región pampeana en Paraguay y Uruguay, o Costa Rica) el esquema de los “agronegocios” encontró condiciones inmejorables para avanzar con rapidez; pero ese esplendor no ha estado exento de graves contradicciones, siendo uno de los aspectos más dolorosos es la cuestión laboral.

- En esas zonas prósperas y altamente competitivas, los “trabajadores agrícolas” se aplican al aumento de la producción y productividad en detrimento de sus ingresos, su salud e incluso poniendo en riesgo su vida.

- Un segmento importante de los “asalariados del campo” se distingue por ser de origen étnico y/o inmigrante, del sexo femenino e incluso menores de edad. Condiciones que dan la pauta para que el empleador directamente o por la vía de un intermediario, fije a su antojo los salarios y establezcan relaciones laborales desventajosas.

- La “estructura productiva en la agricultura” no es hoy más competitiva como conjunto: el segmento de productores de cada país que en este momento está vinculado con ventajas al mercado externo es minoritario respecto a la multitud de unidades productivas que han quedado al margen de esa posibilidad.
- En el polo opuesto, el sector más numeroso de explotaciones agrícolas “de tamaño medio, pequeño y de tipo campesina- participa escasamente de las políticas públicas de fomento productivo, y sobra decir que la mayor parte no cuenta con recursos propios para emprender por su cuenta la reconversión.

- Conforme avanzan las “reformas estructurales”, se impone la "austeridad en las instituciones públicas" por razones de equilibrio financiero y el mercado se consolida como la vía privilegiada para acceder a la tierra y otros medios que hacen posible la producción, es más remota esa transición. 

  - El “progreso de la apertura comercial” al interior de la zona y hacia el exterior no es halagueño el acceso formal a numerosos mercados es un enunciado sin sustento objetivo para el productor promedio.
- En los “mercados domésticos” la participación de un gran número de proveedores nativos está amenazada frente al crecimiento de las importaciones de granos básicos y oleaginosos, principalmente.
- Cualquiera sea el producto, la "competitividad y permanencia de una entidad económica" en el mercado están en relación con el uso de "paquetes tecnológicos e insumos industriales" accesibles sólo para las empresas solventes.
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- La “competencia” en condiciones de desventaja y el predominio creciente de las corporaciones en todos los niveles de la producción agroalimentaria permite prever una mayor exclusión del mercado interno.

- La “agricultura” queda descartada como el medio de vida para millones de productores, abonando la pobreza rural, constituyéndose en la cara oculta del modelo de los agronegocios que consiste en la radicalización de la estructura productiva regional, donde el sector más amplio de entidades productivas al de las “explotaciones de mediana y pequeña escala, de tipo capitalista y campesino- va cediendo su espacio en los mercados a una “elite de empresas y corporaciones” que participan en los diferentes niveles de las cadenas agroalimentarias.

- Los países que en mayor medida dependen de la agricultura (en relación al PIB global, comercio exterior y población económicamente activa), son precisamente los que menos preparados se encuentran para hacer frente a la competencia; aunado al hecho de que sus gobiernos carecen de recursos, estrategias propias y de voluntad para impulsar la transición en un rumbo diferente (ACOSTA REVELES, Irma Lorena. “Balance del modelo agroexportador en América Latina al comenzar el siglo XXI”.  Mundo agrario. versión On-line ISSN 1515-5994. Mundo agr. v.7 n.13 La Plata jul./dic. 2006. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1515-59942006000200001).


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